En enero de 2025, la escasez de precipitaciones es notable, con pronósticos que no anticipan lluvias significativas en la primera quincena del mes. A pesar de un resultado positivo general, diciembre presentó un descenso preocupante, especialmente en el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, donde solo se registraron 35 mm de lluvia, muy por debajo del promedio histórico de 110 mm. Este déficit ha impactado negativamente en las reservas de agua del suelo.
El balance climático de 2024 muestra un aumento en las lluvias en la zona agrícola núcleo, con un promedio de 960 mm, un 26% más que en 2023. A pesar de esta mejora, el inicio de 2025 presenta preocupaciones debido a que diciembre registró precipitaciones por debajo de la media, y el 50% de la región enfrenta niveles críticos de reservas de agua en el suelo, siendo el nordeste bonaerense la más afectada. Las estaciones meteorológicas señalaron incrementos significativos en lluvias, especialmente en Hernando, Montes de Oca y Pozo del Molle. El fenómeno climático “Niño” fue determinante para el aumento de precipitaciones, contribuyendo a la mejora de las condiciones hídricas en el año.
Diciembre marcó un quiebre negativo en las lluvias en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, con solo 35 mm en lugar de los 110 mm históricos. Esto ha llevado a un déficit de agua en el suelo, con un 80% de la región núcleo enfrentando condiciones de escasez o sequía. El norte bonaerense se prepara para un complicado inicio de 2025, especialmente para el maíz temprano, ya que la mayoría de los cultivos son de fechas tempranas y hay escasez de maíces tardíos.
La soja enfrenta dificultades debido a un inicio inusual, con un aspecto avejentado y entrenudos cortos por las bajas temperaturas y el carry-over de herbicidas. Necesita lluvias urgentes, ya que entre un 10% y un 15% de los lotes no se han sembrado por falta de agua, y otro 10% fue sembrado a la espera de lluvias que no llegaron. Los pronósticos no prevén precipitaciones significativas para la primera quincena del año, aunque se espera un aumento en la probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas entre el 5 y el 6 de enero.