Javier, al salir por última vez de su escuela secundaria en Goya, se enfrentó a la incertidumbre y los miedos comunes a muchos jóvenes en vísperas de tomar decisiones sobre su futuro. Aunque no sabía qué esperar, era consciente de que su elección marcaría un impacto significativo en su vida.
Javier, consciente del esfuerzo económico de su familia, se convirtió en el primero en su círculo en estudiar en una universidad pública en la vecina provincia del Chaco. A pesar de los desafíos que implicaban la distancia y los costos, su deseo de crecer y comprender el funcionamiento interno de una fábrica lo impulsó. Después de años de esfuerzo y mientras cursaba Ingeniería de Electromecánica en la UTN, encontró una oportunidad para hacer prácticas en la Cervecería y Maltería Quilmes, una de las fábricas más importantes del noreste argentino. Tras ver un anuncio en su facultad, se inscribió y fue seleccionado para el puesto de Técnico Operario. Su madre lo apoyó en este momento decisivo, preparándole comida y acompañándolo a tomar el colectivo hacia Corrientes, donde comenzaría esta nueva etapa en su vida.
Javier comenzó su primer día en la fábrica de Cervecería y Maltería Quilmes con nervios pero decidido a cumplir su sueño de aprender sobre producción industrial. Tras una entrevista, fue contratado como operario en el área de gaseosas y recibió capacitación sobre el funcionamiento de diversas máquinas. Su experiencia refleja la realidad de muchos jóvenes del interior que buscan mejorar su futuro a través de oportunidades laborales. La planta, que produce cervezas y gaseosas desde su apertura en 1988, cuenta con una capacidad significativa y genera aproximadamente 2.000 empleos indirectos. Javier, oriundo de Goya y egresado de la Escuela Técnica como técnico electromecánico, decidió estudiar Ingeniería Electromecánica, enfrentando desafíos económicos y laborales que lo llevaron a dar clases particulares y trabajar en una empresa de tecnología mientras estudiaba. Su dedicación y esfuerzo resaltan la importancia de la educación y el crecimiento profesional en su vida.
Javier destaca el impacto positivo de la planta de Cervecería y Maltería Quilmes en la región, que ofrece empleo real, aprendizaje y buenos salarios, especialmente para estudiantes de ingeniería como él. Después de finalizar su formación como técnico electromecánico en Goya, tomó la valiente decisión de estudiar Ingeniería Electromecánica, enfrentando desafíos económicos mientras trabajaba para sostener sus estudios. Aunque su camino fue difícil, su esfuerzo valió la pena, permitiéndole cumplir su sueño de trabajar en una fábrica reconocida. En el Día del Gaseosero, la empresa celebró a sus trabajadores, subrayando su papel fundamental en la industria de Corrientes. Javier anima a otros jóvenes a aprovechar oportunidades educativas en otras provincias, enfatizando que estudiar transforma vidas y abre puertas, ilustrando una historia de superación personal y profesional en el contexto de una industria en crecimiento.
