Una megacampaña policial en Río de Janeiro contra el Comando Vermelho resultó en 64 muertos, incluidos cuatro agentes, y 81 detenidos. La operación, que involucró a 2.500 efectivos, se llevó a cabo en las favelas de Alemão y Penha, con el objetivo principal de capturar a Edgar Alves de Andrade, un importante líder del grupo criminal.

El gobernador Cláudio Castro describió la situación como una “guerra” y destacó que el Estado enfrenta solo al crimen organizado, rechazando apoyo militar. Durante el operativo, más de 200.000 personas se vieron afectadas por el cierre de servicios y escuelas. Human Rights Watch advirtió sobre los abusos durante este tipo de intervenciones. El Comando Vermelho, fundado en 1979, es una de las organizaciones narcocriminales más poderosas de Brasil.

El Comando Vermelho es una organización criminal que ha utilizado drones para atacar a las fuerzas de seguridad en Río de Janeiro, lo que ha generado una crisis en Brasil debido a su proyecto de expansión territorial.

Las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro llevaron a cabo un megaoperativo en las favelas de Penha y Alemão para desmantelar el Comando Vermelho, la principal facción criminal del estado, en un intento de frenar su expansión territorial. Esta operación, considerada la más grande en la historia de la ciudad, resultó en una jornada de violencia extrema, con al menos 60 muertos y múltiples detenciones.
El Comando Vermelho ha extendido su influencia a 25 estados de Brasil, aliándose con grupos locales y utilizando tácticas avanzadas, como el uso de drones para atacar a las fuerzas de seguridad. Las autoridades identificaron a varios líderes del grupo y realizaron numerosas detenciones en el marco de esta operación, que incluyó la participación de 2500 agentes y un importante despliegue de vehículos y equipos.




